Migao Al Gusto, Al Resabio Y Al Capricho

Sobre la mesa, una chocolatera del Carmen de Viboral, pintadita a mano con tanto amor, suelta el aroma del chocolate en leche, espesito como pa' derretir las penas. Al lado, un bolinillo baila al son del batido, sacando espumita como pa' no quedar mal. No faltan los buñuelos más inflados que una promesa en feria, ni las achiras que crujen como hojas secas en agosto. Se suman las galletas Ducales y los Saltines, fieles compañeros de una buena untada de queso cuajada, que se desmorona suavecito, y queso mozzarella, que estira como chicle. Pa' rematar, tostadas crocantes y una arepa bien asada, porque en esta tierra todo sabe mejor con arepa y mantequilla derretida. ¡Eso sí es un banquete montañero, mijo!